La obra ya forma definitivamente parte del paisaje de la Sierra Ballena, pavada de desafío compartir tareas con el maravilloso trabajo que desde hace siglos viene haciendo la naturaleza.
Muy conscientes de la dificultad que ello significa, estaremos contentos si el tiempo confirma que fuimos como mínimo, respetuosos.
Por ahí y a escasos metros de nuestra piscina aparece una pista en versión natural que ayuda a repensar la nuestra, mientras disfrutamos del mejor día de agua de playa de este joven 2011.
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